domingo, 12 de octubre de 2008

EL PODER DEL AMOR

El quinto elemento es el amor, en sus varias formas. En sus manifestaciones sensibles, un abrazo tiene un gran poder curativo. Hace años un médico descubrió que en un hospital donde se atendían niños huérfanos a quienes nadie abrazaba, estos eran más propensos a enfermarse que en otro, donde sí se les daban esas muestras de cariño. De ahí que ordenó al personal de salud que abrazara a los bebés y se notó una mejoría en la salud de los mismos. A fines del siglo XX, el profesor norteamericano Leo Buscaglia, impresionado al saber de la muerte de un estudiante de una universidad y del que sus compañeros y profesores ni siquiera notaron su ausencia sino meses después, decidió crear una asignatura llamada teoría del amor la cual es una cátedra que se imparte en muchas universidades hoy día y además comenzó a dar unos seminarios-talleres donde los participantes deben darse abrazos mutuos como parte de la ejercitación. En el siglo XIX un sabio profesor de una universidad del Japón, al no poder responder la pregunta que le hizo un alumno de: ¿Cómo curaba Jesús?, abandonó su empleo y recorrió todo el oriente buscando respuestas. Al final descubrió que la virtud y el amor son la fuente principal de la salud y de la energía universal, y divulgó un método terapéutico llamado reiki o curación por las manos, de mucha aceptación hoy en día. Allí está el poder curativo o destructivo del vudú, de los gurús, de los maestros taos, de los pastores evangélicos que tienen poder de sanación…en esa interacción de energía está la guerra y la paz espiritual.

Sin embargo el mayor amor es el de Dios ya que: “Él sana todas mis enfermedades, libra mi vida del sepulcro, me colma de amor y de ternura, me satisface con todo lo mejor mientras renueva mi juventud como a un águila.” según reza el Salmo 103.

Tomado de mi libro: ELEMENTOS QUE SANAN

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