jueves, 28 de agosto de 2008

EL SABIO OPTIMISTA

Una de las religiones que mayor énfasis ha hecho en el mejoramiento integral del hombre y la sociedad ha sido el confucionismo, la que fue la religión oficial de China durante siglos y milenios. El sabio Confucio denominó a ésta, la religión del rito, pues creía en el orden de los rituales y de la vida misma. Esa era una religión de moralidad y urbanidad, comparable a La Ley de Moisés. Fue adoptada por los emperadores chinos ya que mantenía el statu quo de los políticos, al creer que el pueblo inculto debía ser educado y perfeccionado, y que ese papel de educación le correspondía ante todo a los gobernantes, es decir al emperador y a su prolífico cuerpo de funcionarios: los llamados mandarines. Incluso los mongoles al conquistar China, siendo budistas, permitieron el confucionismo como religión oficial. Igual hicieron los manchúes, considerados bárbaros por los chinos. Esa fue la razón de que el comunismo de Mao Tse Tung la rechazara, ya que era un resabio del antiguo régimen. La Revolución Cultural de Mao repudió toda esa moralidad conservadora que trataba de controlar al hombre. Sin embargo con los actuales cambios económicos de China, el nombre de Confucio no sólo ha sido reivindicado sino magnificado. El gobierno tomó una iniciativa para dentro de poco, antes de las Olimpiadas de Beijing 2008, sacar a la luz una imagen o retrato oficial de Confucio, “el sabio optimista”, creador de una religión perfeccionista que se adapta muy bien a estos tiempos de alta competencia en todas las esferas de la vida humana. El tiempo ha demostrado los beneficios de esta filosofía-religión sobre este pueblo que se denomina a sí mismo “El País del Medio”, es decir, ¡el centro del mundo! El primer Emperador mandó quemar los escritos de Confucio en un intento infructuoso de unificar el pensamiento de sus súbditos, sin embargo diseñó una estrategia imperialista que le sobrevivió a él y a su dinastía. China es el único imperio que se ha mantenido a lo largo de la historia. Todos los demás imperios de antaño decayeron y hoy son pequeños países, empobrecidos muchos de ellos, (Mongolia, Macedonia o Grecia, Persia, Roma, Egipto, los aztecas, los mayas, los quechuas, turcos, rusos, árabes, Babilonia, India, España, Francia, Alemania, etc.) En China cambian las dinastías, el imperio permanece ¡y crece!, al igual que su cultura (para temor de Taiwán, tibetanos y japoneses). El mismo Mao fue considerado por la masa de chinos Han (la etnia dominante en este país) otro emperador y al morir fue deificado por sus ciudadanos, por no decir súbditos. Mientras, la imagen de Confucio sonríe esperando que el “centro del mundo”, el país donde nació la química, ilumine al universo con su sabiduría.


Tomado de mi Libro: El Camino a la Falsafa. (Ensayo filosófico).

LA ROPA AL EJERCITARSE



Ojalá recibiérais el sol y el viento mostrando más vuestra piel y menos vestiduras, pues el aliento de la vida está en la luz del sol, y la mano de la vida en el viento.

Jalil Gibrán

Use la menor cantidad de ropa posible al ejercitarse. Esto para los climas tropicales y mediterráneos (en estos últimos en las estaciones tórridas). En los climas templados o muy fríos deberá abrigarse adecuadamente. Evite las telas sintéticas. Nuestro cuerpo necesita transpirar de manera natural y estar en contacto con el aire, para fortalecerse. Cuando Cristóbal Colón llegó a América, le sorprendió que los primeros habitantes que encontró, estaban completamente desnudos, no tenían malicia de ello, ninguno se enfermaba por esto y además tenían muy buen cuerpo. Esto lo llevó a la conclusión de que en las “Indias” por él descubiertas, estaba el Paraíso, según contó en su diario.

El contacto con el sol es necesario, en pequeñas cantidades para que el cuerpo sintetice la vitamina D. Unos diez a veinte minutos diarios son suficientes, preferiblemente en las horas de menor incidencia de la radiación ultravioleta, por el riesgo que ello implica de desarrollar cáncer en la piel por exceso de esa radiación. El sol de ahora no es el de hace tres décadas atrás, debido al efecto de los fluroclorocarbonos y otras emisiones contaminantes. Estamos dañando nuestro mundo. Recuerdo que de niño me acostumbré a bañarme en el agua de lluvia. Es una costumbre que he mantenido toda mi vida y jamás me he enfermado por ello.

La palabra gimnasia viene del griego gimnos que significa desnudo. Los antiguos griegos, con el excelente clima mediterráneo que tenían, usaban un mínimo de ropa sobre todo al ejercitarse. Si el clima del lugar donde vive se lo permite, haga uso de ese recurso climatológico para la salud de su cuerpo. Si es posible ejercítese descalzo sobre la grama o pasto, utilizando solo la ropa que el pudor de la sociedad donde viva le permita. Pero recuerde, las mejores horas para esto son antes de las diez de la mañana y después de la cuatro de la tarde.

Hay lugares que por su clima y en cierta época del año tienen radiaciones demasiado fuertes desde las ocho de la mañana y casi hasta las seis de la tarde. Tengamos precaución con esto. Si el caso es que para ejercitarse debe tomar sol, la regla será lo contrario. Deberá usar ropa deportiva adecuada, que lo cubra en la mayor parte de su cuerpo y deberá usar bloqueador solar, que para las zonas intertropicales deberá tener un factor de protección solar (SPF) de 50. Por eso una buena opción es ejercitar bajo la sombra de los árboles.


Tomado de mi Libro: “Control de Peso Mediante Métodos Naturales”.

SOBRE EL PHOSPHAGEN Y OTRAS MARAVILLAS


El Phosphagen (o creatina artificial) es un producto sintético o de laboratorio. Es un nutriente que goza de mucha popularidad en atletas de competición y fisiculturistas y del cual aún no se conocen efectos adversos; y sirve para aumentar la fuerza y la masa muscular. A nivel olímpico su uso no está aún restringido como sustancia dañina e ilegal. Sin embargo, debo decir lo que el doctor Ulrich Strunz (* 1) dice y repite de todo producto sintético destinado a mejorar la salud, con los cuales hay que tener mucha cautela, ya se trate de medicamentos o de suplementos nutricionales: “Todo lo que tiene un efecto, tiene un efecto secundario”.

La historia reciente está llena de ejemplos de productos que salieron al mercado (medicinas, alimentos, suplementos nutricionales y otros productos de consumo) y treinta o más años después se descubrieron sus efectos adversos, muchas veces con resultados fatales. Dentro de unas décadas veremos los efectos de la energía electromagnética con que nos bombardean los teléfonos celulares, los ordenadores y otros artilugios de la tecnología que usamos como apéndices y que no sólo parecen necesarios sino “elegantes”, así como ahora se saben los efectos nocivos de los abonos sintéticos, las grasas parcialmente hidrogenadas (“trans”), la talidomida o del cigarrillo. Todos estos productos se consideraron inofensivos, maravillosos y hasta milagrosos cuando salieron al mercado y se convirtieron en productos de consumo masivo.

La alternativa para obtener más fuerza y masa muscular es obtener los nutrientes necesarios de forma natural mediante alimentos seleccionados y un programa razonable de ejercitación. Sobre este último aspecto, es bueno considerar que las prácticas de ejercitación no deben llevarse a extremos, para evitar las lesiones que a la larga incapacitan y también el fenómeno de los “quemados” que es cuando un atleta está física o mentalmente débil para seguir ejercitando, debido a los excesos. Son pocas las personas que pueden entrenarse de manera “superintensa” durante la mayor parte de su vida. Para lograr objetivos de fuerza, agilidad, salud, longevidad o retardar el envejecimiento y tener una mejor calidad de vida, lo más recomendable es el ejercicio físico constante con moderación.

(* 1) Ulrich Strunz: médico alemán, especialista en medicina interna, campeón de triatlón de su país y entrenador físico. Creador del programa “Forever Young” (por Siempre Joven).

Tomado de mi Libro: “La Sana Nutrición”.

LOS SUPLEMENTOS NUTRICIONALES

"Que tu alimento sea tu mejor medicina"
Hipócrates
Creemos comer bien, pero no es así. Hoy día tenemos una epidemia de obesidad, pero aun así estamos desnutridos. Comemos muchas cosas que no llenan las necesidades de nutrición de nuestro cuerpo. El doctor Linus Pauling, Premio Nóbel de Química y de la Paz y pionero del uso de los suplementos antioxidantes, fue un vivo ejemplo de lo que enseñaba. Vivió hasta casi los cien años, aún laborando. Yo mismo tomé antioxidantes sintéticos durante algunos años y la verdad pude ver los efectos pues ni siquiera me resfrié durante ese tiempo. Ahora obtengo los mismos resultados mediante una alimentación natural más inteligente (dentro de lo que se puede, considerando el problema de los agroquímicos y la falta de productos orgánicos en el mercado), pues sé que dichos suplementos no dejan de tener algunos efectos que ya son conocidos y advertidos.

Tomado de mi Libro: “La Sana Nutrición”.

EL LEMA DE LAS OLIMPIADAS

Lastimosamente, el sueño del profesor Per Henrik Ling, creador de la Gimnasia Sueca o gimnasia moderna y del barón Pierre de Coubertin, creador de las modernas Olimpiadas, de crear hábitos de ejercitación naturales para personas de todas las edades y condición como en la antigua Grecia y China, se ha visto empañado por la práctica del dopaje. El lema de las Olimpiadas: ALTIUS CITIUS FORTIUS (más alto, más rápido, más fuerte) fue tergiversado. Yo cambiaría este lema por: SALUS FELICITAS LONGA VITA (salud, felicidad y larga vida). Lo primero es consecuencia, por una parte de haberse comercializado los deportes y por otra de los valores morales utilitaristas y de egoísmo degradante. Me ha tocado escuchar a algunos jóvenes que desean inyectarse o ingerir productos para hacer crecer sus músculos de manera inicua y el aliciente de las medallas siempre es una tentación para muchos. Hay que continuar con la campaña contra esta práctica tan dañina para la salud.

Tomado de mi Libro: “Método de Gimnasia Naturista”.

miércoles, 27 de agosto de 2008

LA PASIÓN

“¿Cuál es tu pasión?” Me preguntó hace años un hombre que tomaba cerveza cerca de mí en un bar. Era un tipo joven, y luego de la pregunta pasó a explicarme que su pasión era su trabajo, pues con él ayudaba a sus padres a terminar de construir y arreglar la humilde casa donde vivían.Creo que ese joven tenía una idea clara de lo que es la pasión: aquello a lo que dedicamos nuestro mayor tiempo, esfuerzo, pensamientos, interés y motivación. Aquello que nos llena como personas y nos da la sensación de que la vida vale la pena. En la pasión desgastamos nuestro cuerpo y nuestros recursos. Invertimos dinero y tiempo. Sufrimos, reímos y lloramos. Es lo que nos hace sentirnos vivos. En otra ocasión, una muchacha me hizo la misma pregunta. Ella se refería al tipo de música o canciones que me gustaban. Esta muchacha estaba por entonces aquejada de un cáncer, sin embargo, en su rostro se reflejaba una gran alegría. Años después me tocó ir al funeral de esta joven que resultó ser una gran dirigente de la lucha a favor de las personas aquejadas de cáncer y otras enfermedades incapacitantes: el día de su despedida todos alababan el entusiasmo que esta joven tenía por la vida; y es que la pasión es lo que nos da alegrías, lo que nos llena de ilusiones, nos sube la adrenalina y desborda nuestras endorfinas. Eso es la pasión: el entusiasmo, la esencia de las emociones.

Tomado del libro EL SECRETO DEL TIEMPO. Escrito por Carlos Matías.

EL SECRETO DEL TIEMPO

"Muero por conocer el secreto del tiempo"
San Agustín
Un último secreto… Le doy este dato: ¿Quiere saber cómo hacer que su día valga la pena? ¿Cómo sentirse realizado cuando todo le salga mal o crea que no ha logrado las metas del día o del mes o del año o de su vida entera? ¿Cuándo lo miren feo o lo traten mal o no pueda obtener nada de lo que aspira en su vida como cosas buenas a pesar de todos sus esfuerzos? ¿Cuándo sienta que la vida es injusta y que no hay remedio para ello? Es muy sencilla la respuesta: Haga algo por otra persona, aunque sea en lo que para usted es una pequeña cosa. ¡Haga feliz a otro! Con frecuencia, para ello no necesitamos dinero ni más nada. Cada día que vivimos es una magnífica oportunidad para hacer felices a otros. Si no podemos controlar nuestra propia vida, como con frecuencia ocurre, sí podemos ser agentes de felicidad para otros. Sólo mire a su alrededor, salga de su egoísmo y preocupaciones propias. Créame que cuando termine el día, si cumple con esta regla de oro, sonreirá al saber que su día valió la pena.

Tomado del libro: EL SECRETO DEL TIEMPO Y CÓMO DISFRUTAR MÁS DE LA VIDA. Escrito por Carlos Matías.